¿Cómo habrá llegado hasta allí? ¿Cómo lo habrá hecho?” “¿Cómo? ¿Cómo? ¿Cómo?...
Pero el gato no pensaba en el cómo, ni siquiera pensaba en nada relacionado con su ascenso. Tan solo miraba al mundo desde la base del cielo mientras afilaba sus uñas con la punta de una estrella. Por cinco veces maulló a la luna antes de dejarse arrullar por el silbar intimista del viento, y soñó en lo feliz que sería al despertar y encontrarse con una nube en forma de ovillo con la que poder jugar.
Mientras, en la distancia vertical de un infinito, los hombres continuaban alternando sus miradas de asombro con los “cómo”. Y lo más ridículo de todo aquello es que ninguno preguntó ningún “porqué”.
Pero el gato no pensaba en el cómo, ni siquiera pensaba en nada relacionado con su ascenso. Tan solo miraba al mundo desde la base del cielo mientras afilaba sus uñas con la punta de una estrella. Por cinco veces maulló a la luna antes de dejarse arrullar por el silbar intimista del viento, y soñó en lo feliz que sería al despertar y encontrarse con una nube en forma de ovillo con la que poder jugar.
Mientras, en la distancia vertical de un infinito, los hombres continuaban alternando sus miradas de asombro con los “cómo”. Y lo más ridículo de todo aquello es que ninguno preguntó ningún “porqué”.
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2 comentarios:
mmmmmmm...
Cuando estas ahi arriba, yo creo que ninguna pregunta tiene sentido. Ni porques no comos previos a nada. La unica pregunta con algo de coherencia es... ¿Y AHORA COMO BAJO DE AQUIIIIII??????
;)
c.
Y a la mañana siguiente, el gato volvió a aparecer en lo alto del poste.
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