La Osa Blanca

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Y de mis lágrimas brotaron ojos que se vistieron de color. Sobre ellos, el reflejo se bañó de estrellas; de todas, menos una. La tristeza se hizo cuerpo al desprenderse del sentimiento prestado, cuando de mi mano se colgó un niño. '¿Dónde está la Osa?' preguntó su voz, pero yo no la escuché pues ya había convertido mi existencia en bóveda celeste.






3 comentarios:

Jorge Bueno dijo...

Sí, muy bonito, pero no veo a Bruce Campbell por ninguna parte.

INA dijo...

Ei, gracias por linkar Això és Up-Art!
Te ajunto a mis enlaces.
Salud!

Anónimo dijo...

Pensaría Debbie en sus 42 años? Era consciente de cuál había sido su vida hasta ese momento? Pudo darse cuenta, en su osezna lucidez, de la fragilidad de su libertad? De su obligación como cautiva? Fue consciente de las otras posibilidades que perdió? Supo de la vida que no tuvo?

Si lo fue, supo y se dio cuenta, estoy convencida de que la resignación fue su aliada y le dio paz.
Skipper y 6 retoños, imagino, algo tuvieron que ver.

Feliz andadura por las paparruchas.

Te leo.

c.